El matcha es un té con altos costos de producción debido a su cultivo y elaboración meticulosa. Para obtener tan solo 40 gramos de matcha, se requiere un proceso de meses que involucra una cosecha cuidadosa y métodos tradicionales de molienda. El precio de un matcha japonés de grado ceremonial, considerado de la más alta calidad, supera los 20€ por cada 100 gramos, y este precio puede aumentar si es 100 % orgánico. En contraste, un matcha que cuesta menos de 20€ por 100 gramos suele ser de menor calidad y probablemente de origen chino, con diferencias notables en sabor y propiedades.

El matcha auténtico tiene un color verde vibrante, sin colorantes ni conservantes añadidos. Este tono brillante indica que está hecho exclusivamente de hojas de té verde de alta calidad, sin tallos ni venas, y que contiene altos niveles de clorofila y antioxidantes. Si el matcha presenta un tono marrón o amarillento, es probable que sea de menor calidad.

El mejor matcha se caracteriza por un suave aroma vegetal debido a su alto contenido de L-teanina, un aminoácido que se conserva gracias al sombreado de las plantas. Si el matcha tiene un olor fuerte, rancio o químico, es un indicador de baja calidad, lo que sugiere que el proceso de tapado y secado no ha seguido el método tradicional.

El matcha de alta calidad tiene una textura ultrafina, con partículas entre 5 y 10 micrones, similar al polvo de talco o a la textura de una sombra de ojos. Un matcha más grueso o arenoso indica una molienda de menor calidad. Para comprobar la textura, coloca un poco de matcha en una superficie plana y extiéndelo; un matcha auténtico y bien molido será suave y uniforme.